16/6/07

Higuera, desde esqueje a prebonsai

Con este ejemplo se puede explicar cómo podemos empezar en el mundo del bonsái de una manera fácil y con un poco de paciencia obtener buenos resultados a medio plazo.
Para empezar tenemos que escoger una especie que sea de crecimiento “rápido” (esto es relativo en el mundo del bonsai) como por ejemplo la higuera. La idea puede ser empezar a partir de esqueje o incluso haciendo un acodo, ya que esta especie responde muy bien a él. En este caso empezaremos desde una ramita muy fina, desde un esqueje al cual espolvoreamos hormonas de enraizamiento para llegar a crear en un plazo razonable un prometedor prebonsai. Pues manos a la obra. Este es un esqueje de higuera de una rama fina que planté en una maceta normal a finales del 2003. En la primavera de 2004, unos meses después, podéis ver como empieza a sacar hoja dando a entender que ya ha enraizado, con las higueras, la verdad que es muy fácil.




Se plantó en suelo aunque valdría lo mismo una maceta ancha de entrenamiento. Se dejó crecer durante 2 años dejando que alcanzara alturas de ramas de 1.50 m. y podando en invierno para ir dirigiendo las ramas a nuestro interés. No tengo fotos del proceso, pero se puede imaginar, la higuera crece rápido y da unas ramas gruesas que hay que ir podando en corto. Esta es una foto de este invierno donde ya la podé para poder plantear el siguiente paso. Sellé las heridas, como veis.

Un poco antes de lo normal (primavera) he procedido a sacarla de la tierra. La verdad es que costó un poco pues desarrolla muchas raices. La ligera curva que se ve en el tronco en el esqueje se ha convertido en esta bonita curva del tronco 2 años después, que seguro nos dará una bonita zona de arranque desde el nebari hasta el inicio de las ramas.


Se cortan las raices en general y las que no sirven para resaltar el nebari, sellando las heridas. La idea con esto es crear un pan de raices lo más plano posible para cuando plnatemos en arbol en maceta e bonsai.


Se procede al plantado en una maceta de entrenamiento de plástico más ancha que profunda para que las raices se desarrollen en horizontal y empezar a partir de primavera a formar lo que en unos años será un bonsái.

Primavera de 2010 después de pasarlo a maceta de entrenamiento vamos consiguiendo este bonito prebonsai.

Abedul yamadori

Esta es la historia de un abedul, (Betula Alba), proveniente de una recuperación hecha en el monte en el otoño de 2003. Es apenas un tronquito que se planta sin mucha esperanza en una maceta de bonsai y que se pretende por la forma inicial hacer un “azotado por el viento”.


En invierno sepasa a una maceta más grande, pero no acaba de convencer.


Al final se decide plantarlo en el suelo para que engrose el tronco más rápidamente y nos permita avanzar en la creción del prebonsai.



2 años después y tras haberse desarrollado mucho en altura y dejándolo al libre crecimiento está de esta manera, con el nebari algo descubierto.



Finales del 2006. Se poda drásticamente y se dejan solo unas ramas para intentar formar un estilo escoba más adelante.


Diciembre de 2006, se saca de la tierra, se le recortan las raices y le damos un primer vistazo al nebari. Salta a la vista que después de 3 años la planta ha evolucionado bien. La idea es sacarlo de la tierra cortar las raices y plantarlo en maceta de entrenamiento, paso previo a la meceta definitiva de bonsai.

Akadama+turba en muy baja proporción y le sujetamos a la maceta con el alambre correspondiente.



Una vez transplantado, un poco de musgo sobre la akadama, no queda mal nebari a la vista, esto promete, en unos años se puede conseguir algo "decente". Además el abedul crece rápido.


Ya plantado y con el ramaje justo, aunque luego aún se recortarán más.



Mayo de 2007, el arbol se desarrolla con una fuerza tremenda. Ha echado un ramaje terrible y casi no se da abasto a pinzar. El pinzado hace que el ramaje secundario y terciario se desarrolle. A base de mucho trabajo en unos añitos será algo parecido a un bonsái. Quizá el año que viene se le pase a maceta de bonsai.



En la actualidad, primavera 2010, a la espera de que densifique el ramaje.


Arce palmatum, evolución

Cuando se compró este arce (acer palmatum) en un vivero era un plantón con una forma muy rara, dos ramas en forma de "v", una maraña de ramas ..... tenía tronco bonito, pero las ramas eran desconcertantes.



Se hizo una poda drástica, pero seguía quedando una forma de “tirachinas” antiestética total.




Se suprime la rama de la izquierda y cambiar el ángulo de plantado para intentar formar el árbol a partir de la rama de la derecha. Ahora está transplantado en una maceta de entrenamiento.

Ese verano el ramaje está como se ve al dejarse crecer libremente.

El invierno siguiente se le poda más, se deja tal como se ve con un ramaje básico y se alambra. Un consejo, cuidado con dejar el alambre más de 6 meses puesto que el arce crece muy deprisa y pueden quedar las marcas del alambre.




El árbol va cogiendo la forma que se pretende poco a poco.



Se ha defoliado y está como se vé (ahora tiene las hojas más pequeñas y las ramas más finitas. Todavía queda mucho camino, pero haber conseguido este cambio en 1 año y medio no está mal.



3 meses después.


Se le transplanta a una maceta de entrenamiento para que engrose un poco y se le corta el ápice para corregir las ramas de la parte alta. El ángulo de plantado que se vé va a ser el que se le dé en el próximo transplante, y quizás con maceta de bonsai incluido.




Glicinia, de acodo prebonsai

Esta es la evolución de un acodo de glicinia (wisteria floribunda) convertida en un prebonsai. Esta es la planta madre donde se hizo el acodo de casi 100 años.



Mayo de 2006. Acodo en la vieja glicinia. Se busca una rama propicia y se encuentra una doble; cerca de la intersección de las dos se hacen los cortes correspondientes. Anillo de casi 3 centímetros de largo.


Se atan los extremos con cincha plástica (muy util ya que es casi imposible que se suelte). Dentro musgo sphagnum en abundancia y hormonas en el corte.


Segundo plástico para cubrir todo el invento esta vez atado con cuerdas para poder retirar en caso de necesitarlo.



Para que el acodo surta efecto es necesario el riego. El musgo debe estar en todo momento humedo para que genere las raíces en el dorte. Esto se suele hacer con una jeringuilla. Cada 3 semanas al agua de la jeringuilla se le puede meter vitamina B1 para estimular el crecimiento de las raíces.

23 de junio 2006. Ya ha formado raíces y se pueden ver las dos ramas que después serán los dos troncos de la glicinia. Se eligió esa rama para intentar hacer un prebonsai de 2 troncos. Podríamos cortar ya el acodo, pero es preferible esperar mes y pico por precaución.


Separamos la planta aún con el envoltorio de plástico y llena de hojas. Estamos en agosto de 2006. La idea es quitar el plástico (pero no el musgo ya que las raicillas peligran) y plantarlo con la mayoría del musgo. En menos de 5 meses se han formado las raíces que se ven.


Podamos las ramas y hojas en su mayoría. Así queda en cepellón con una buena formación de raíces.



Se transplanta a una maceta de entrenamiento donde hasta le salen brotes de flores y alguna rama a finales del verano.


En enero de 2007 tiene este aspecto ya sin hoja y descansando de tanto stress, alambrada y podada. La forma que va tomando me gusta.



Transplante a finales de enero. A pesar de haber puesto sustrato solo de turba el resultado de raíces meses después no es malo.


Se recortan un poco para transplantar a maceta.

Así queda en su nueva maceta. Es un poco grande y está elegida con vista a que se asiente y posteriormente se pondrá en una más adecuada.


Primavera 2007. Queda mucho por hacer pero va tomando la forma que se pretendía. Aquí está con la primera hoja de primavera. Ahora se trata de que se asiente en esta maceta profunda y vaya creando cepellón. Las dimensiones de la maceta son: 30 cm.de ancho, y la altura total de maceta más planta son 49 cm.


Mayo de 2007. Empiezan a crecer las ramas con fuerza. Se irá pinzando y cortando para que no se desmadre mucho y sobre todo para ir dando una forma adecuada.






Bosque de hayas, evolución

Esta es la historia de los quebraderos de cabeza hasta dar una mínima forma a un bosque de hayas (Fagus sylvatica). Se empezó con 5 plantones de haya y con una bandeja poco artística. Pero sobre todo no había ningún criterio de diseño. Algo como esto.
Con el tiempo, se aprecia que el diseño no se ajusta a los cánones y se va poco a poco modificando el número de arboles, la disposición, etc. Evidentemente tampoco es lo ideal en este diseño.


Nos hacemos con una bandeja adecuada y además de los árboles pretendo colocar algunos elementos que le den consistencia al conjunto. Un par de piedras y posteriormente alguna planta de acento para crear efecto de sotobosque.

Lo primero colocamos las piedras. Para unirlas a la bandeja uso masilla epoxi, que es muy adecuada para que la piedra queda perfectamente fijada. Esta masilla es inocua para los arboles.

Aprovechamos algunas hayas de la bandeja antigua con la ventaja de que forman un grupo por las raices con lo que solo tengo que podar las raicillas sobrantes del total del cepellón. Otros hayas son plantones que por 1 euro la pieza se pueden conseguir en viveros.

La idea es colocar 3 grupos de árboles en la composición uno de 3, otro de 5 y otro de 7, todos ellos impares entre sí, que a la vez hacen impar también el total. Separados por las piedras para dar sensación de profundidad.


Se añade alguna planta para crear aspecto de “sotobosque” tipico de un bosque de hayas. Del tipo musgo y “echeveria derenbergii”.

Visión de conjunto del resultado final. El sustrato lleva akadama y mantillo al 50%. Es febrero de 2006, esperaremos a la primavera.

Vista desde arriba del mismo conjunto. La bandeja mide 49 cm de largo, 6 de profundidad y 20 de ancho.

Unos meses después el bosquecillo está así. Aún queda mucho por hacer, hay que reducir la hoja poco a poco densificar el ramaje, .. etc., pero poco a poco va cogiendo la forma adecuada.


Otoño 2006, la hoja tomando esos tonos amarronados.

Primavera de 2007, el sotobosque con las plantas de acento ha crecido. Los árboles han desarrollado ramajes secundarios y hasta terciarios. Hay que seguir pinzando para que se reduzca más el tamaño de las hojas.

Detalle del sotobosque.